Conforme al nuevo reglamento comunitario, únicamente podrán realizar determinadas importaciones las personas o empresas que tengan la condición de declarante autorizado y adquieran certificados suficientes para cubrir las emisiones implícitas en las mercancías importadas.
La Unión Europea tiene un firme compromiso por un crecimiento económico compatible con la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, que ha encontrado reflejo en el Pacto Verde Europeo y en el objetivo de neutralidad climática previsto en el paquete de medidas «Objetivo 55». Dicho compromiso no es novedoso, sino que desde hace varios años se veía materializado en el régimen de comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero de la Unión (RCDE UE), cuya finalidad es que los productos fabricados en el territorio de la Unión incorporen el coste del carbono.